DA GRACIAS EN TODO

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5:18

Hoy es un maravilloso día y si fuera el último quiero iniciarlo dándole gracias a Dios. La vida es tan misteriosa y Dios es tan perfecto en su labor de sacar de las situaciones adversas, las soluciones para nuestros problemas. Seguramente has pasado por esto muchas veces. ¿Quién no se ha ahogado en el miedo al fracaso, en la incertidumbre de lo que pasará, la ansiedad porque termine el desierto y deseosos por ver que el Sol también brilla para nosotros? ¿Quién no ha visto que el tiempo parece que se detiene en medio de la tormenta donde los vientos azotan más fuertes y que todo va mal? La mayoría de todas las personas hemos pasado por ahí y más. Sin embargo, de una manera incomprendida, hoy Dios nos dice “Da gracias en todo”.

No sé usted, pero yo me pregunté en una ocasión ¿cómo puedo dar gracias por las cosas malas que me suceden? Claro, las cosas buenas son maravillosas, nos llenan de alegría, la fe parece que aumenta en ese momento y todos los seres humanos dan gracias cuando algo bueno acontece con ellos. Sin embargo, las cosas malas son bendiciones que nos hacen crecer; que nos fortalecen; que sacan lo que no sabíamos qué había en nosotros; nos da resistencia; mata los miedos; nos enseñan; nos desarrollan y sobre todo nos permiten distinguir entre el bien y el mal; entre los amigos y enemigos; entre los ángeles y los demonios.

Esto no termina aquí. Hay algo más. La gratitud en todo tiempo, en toda circunstancia… en todo, hace que las aguas vivas del mundo espiritual fluyan por nuestro ser, por nuestra alma, por nuestra mente, y por nuestro cuerpo. Nuestros ojos dejan de ver con miedo y desagrado las cosas llamadas “malas”. El miedo a la muerte se va. El miedo a la enfermedad se va. El miedo al abandono se va. Todos los temores se terminan. La persona que da gracias en todo, tiene otra perspectiva de vida. Son más positivas. Saben enfocarse en sus metas. Son más felices. Y si fuera poco, halla gracia ante los ojos de Dios.

Sí, cuando usted da gracias en todo, se acerca más a Dios. Dejará de lamentarse y reclamar indebidamente a Dios por las cosas que suceden. Recuerde “todas las cosas cooperan para bien” (Romanos 8:28). Si hoy fuera mi último día en este mundo, quise iniciarlo con este devocional, dándole gracias a Dios por todo lo que ha hecho en mi vida, por mis fracasos, por sus promesas, por las buenas noticias que ha llegado y llegarán. No sé si lo deseas, podemos hacerlo juntos.

Oración

Amado Dios y Padre, agradezco todo lo que has hecho por mí y para mí. Los fracasos que he tenido y tendré, gracias. Por tus promesas, gracias. Por las buenas noticias que han llegado y llegarán, gracias. Por las victorias que han llegado y llegarán, gracias. Sobre todas las cosas gracias por estar conmigo siempre, por tus abrazos de amor, por tu compañía, por tus consejos, por darme la oportunidad de despertar, por cuidarme, por lo que me has dado, por lo que me has quitado, por los que has mantenido a mi lado, por los que has quitado de mi camino y por lo que harás. Hoy tu gracia inunda mi ser. Te doy gracias en todo y por todo, en el nombre de Jesucristo, amén.