Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Josué 1:9
Nada es tan fácil como para quedarnos de brazos cruzados, esperando que baje del cielo y toque la puerta de nuestra casa; ni tan difícil como imposible para desistir y colgar los guantes. Los seres más contradictorios de la creación somos los seres humanos. Queremos las cosas fáciles, pero cuando son así no las valoramos y en poco tiempo las desechamos. Mientras que nos quejamos de los procesos difíciles, pero cuando llegamos a obtener por lo que luchamos, entonces lo cuidamos más que a nosotros mismos. Recuerdo los campamentos de verano de nuestra iglesia, cuando nos enseñaron esta porción bíblica. Es tan fácil memorizarla, pero cuando en la vida nos toca fuerte, es difícil aplicarla. En cambio, hoy Dios me ha inquietado con esto, nos sigue diciendo: Esfuérzate, sé valiente, no tengas miedo y no abandones.
A todos nos ha tocado duro en la vida, a cada uno según su capacidad y nivel. Nos quejamos de las cosas triviales, de la gente que no nos toma en serio, de la economía, de lo agobiante que se vuelve la vida de estudiante y profesional, y de un montón de cosas más. Sin embargo, estoy convencida de que al igual que yo, tú tienes un propósito en este mundo, tienes un sueño, una visión de algo que quieres alcanzar y lo más importante sabes lo que quieres, lo que tienes, lo que te conviene y a dónde debes llegar. Si esto lo tienes claro, entonces tienes un gran paso de avance. Ahora para obtenerlo esfuérzate.
Solo los perdedores dejan que el miedo les gobierne; mientras que los hijos de Dios van sin miedo a nada. Solo los cobardes abandonan el campo de batalla; mientras que los hijos de Dios pelean contra los demonios todos los días y luchan por lo que quieren. ¡¡Esfuérzate, esfuérzate, esfuérzate!! Porque Dios está contigo en dondequiera que vayas a luchar por tu ministerio, por tu llamado, por tu propósito de vida, por tus sueños y por tu visión. No desistas por nada del mundo, porque perderás el sentido de tu existencia. Ahora si deseas te invito a que oremos juntos:
Oración
Amado Dios y Padre que estás en el Cielo, infunde en mí la fuerza y la valentía que necesito para ir por mi corona de victoria. Deslígame y libérame de todo miedo al fracaso, a la soledad, al abandono, al qué dirán, a la ruina, a la enfermedad, al desamor, al ridículo y de todo aquello que me aleja de mi ministerio, de mi llamado, de mi propósito, de mis sueños y de mi visión de vida futura, en el nombre poderoso de Jesucristo, amén.